actividad agricula


Concepto, importancia - clasificación de actividades agrícolas – características - factores

CONCEPTO DE ACTIVIDAD AGRICOLA 



El término agrícola es un adjetivo de tipo calificativo que se usa comúnmente para denominar a todas aquellas cosas, actividades o circunstancias que tengan que ver con la actividad de cultivar y de cosechar materias primas que puedan ser luego utilizadas por el ser humano como alimento o con otros fines (como por ejemplo, abrigo o vestimenta). La palabra agrícola proviene de la palabra agricultura, es decir de la cultura de cultivar y de trabajar la tierra, una de las actividades más importantes para la subsistencia humana ya que le permite no depender de manera tan directa de lo que le ofrece la naturaleza si no de proveerse a sí mismo con su propio alimento.
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La importancia de la agricultura

Las diferentes concepciones y modelos económicos adoptados por los gobiernos desde la fundación misma de la República, no han permitido el crecimiento sostenido de la actividad agrícola

en Bolivia, de donde su importancia tiene características disminuidas, particularmente en la parte occidental del país. La economía boliviana basada fundamentalmente en la explotación de los recursos no renovables, hasta ahora, a pesar de lo avanzado del tiempo y de la ciencia y de la tecnología, aun no piensa en estructurar sus bases de manera sólida en la explotación de los recursos renovables.
Muchos países del “primer mundo” sostienen sus economías en la explotación agrícola como un recurso altamente generador de divisas; en realidad, no sólo tiene mucha importancia la agricultura por generar ingresos económicos, sino particularmente porque es la fuente de la provisión de alimentos no solo para los pobladores de un país sino del mundo entero. Los países desarrollados han hecho de la agricultura una herramienta estratégica porque dominan al mundo con la producción exclusiva de sus alimentos estratégicos, con los que tienen a sus pies a los países subdesarrollados como Bolivia, que para decirlo más decentemente, es un “país en vías de desarrollo”, y ocurre que esta vía debe ser tan larga y difícil de superar, que del subdesarrollo el país no sale; no existen muestras claras que avizoren a Bolivia en franco proceso de desarrollo, aun incluso de las promesas políticas.

La agricultura, una actividad económica importante, hoy más que nunca adquiere un relieve especial que el gobierno debe intentar explotar al máximo; ocurre que como residuo de la gran agricultura industrial practicada por lo países industrializados, muchas grandes regiones productoras del mundo, quedan en desventaja y en inferioridad de condiciones técnicas para una producción masiva y con características auténticamente biológicas, por lo que los países subdesarrollados, se han convertido en un reservorio natural para la producción biológica de alimentos, hoy tan apetecidos por estos países del primer mundo.

Debido a esta inusitada importancia y más relevante oportunidad, la agricultura nacional, tiene que ser encarada en base a un modelo de explotación más endógeno, destinado a la explotación máxima de las potencialidades y de las ventajas comparativas que cada región ofrece; la familia rural tiene que cambiar de criterio porque es sujeto y beneficiaria de su propio desarrollo, con la explotación de una agricultura orgánica, dejando de ser dependiente extremo de los productos, insumos externos. Es un error hoy, pensar que la agricultura para que sea promovida y desarrollada, depende solamente del modelo convencional ligada de manera extrema a los factores externos, a los que el 95% de los productores no tiene acceso. También el criterio actual debe regirse al hecho de que no siempre, la tecnificación del agro, debe ir con la tecnología de punta, con insumos de alto rendimiento, con subsidios y con crédito agrícola (que en Bolivia no existe), si bien estos factores son muy deseables, en estas circunstancias no son imprescindibles necesariamente para comenzar un proceso de tecnificación; la gran cultura quechua ha dejado a los productores del campo, una serie de medios tecnológicos que utilizados hoy adecuadamente a la necesidad de producir productos biológicos, pueden bien sustituir los modelos tecnológicos de punta, tan caros y elitistas.

Alguien podrá decir, que este modelo de producción proporciona bajos rendimientos; en general la agricultura de Latinoamérica tiene rendimientos bajos y no precisamente porque no se hayan adoptado los factores mencionados arriba como la tecnología de punta; estos rendimientos bajos están determinados en mayor porcentaje también, por la no adopción completa de tecnología elementales de bajo costo. La producción actual está en el medio de un modelo, entre que se usa abonos químicos y también orgánicos, no se utiliza completamente lo que se dispone.

Este modelo endógeno de producción debe llevar a la agricultura boliviana de occidente, hacia una producción completamente biológica; para reemplazar el subdesarrollo en el que se desenvuelve. Se debe pensar por otro lado que el subdesarrollo más que un problema de insuficiencia de recursos y de atención paternalista del gobierno, generalmente es un problema de conocimientos, de educación, para que los propios actores de la producción, puedan utilizar con el conocimiento los recursos de los que dispone y en muchos casos los hecha a perder y no los utiliza.

El desafío presente para encarar la explotación agrícola necesita de que el gobierno, tome el desarrollo agrícola como un tema de Política de Estado y no un simple medio de subir sus bonos en las encuestas; la proporción de posibilidades que la agricultura boliviana tiene hoy, frente a los mercados internacionales es alta, muy alta en determinados productos biológicos como la quinua y el haba, por lo que Potosí y el país, necesitan otorgarle a la actividad económica la verdadera importancia que tiene, que es anterior incluso a otras actividades económicas, por su característica de renovable y por su capacidad de dotar alimentos para el consumo humano principalmente.




 

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